miércoles, 24 de agosto de 2016

Se estrena “Me amarás por siempre jamás", dirigida por Dalia Elnecavé y protagonizada por Paula Morales y Sergio Griffo.


Una adaptación de "Welded" de Eugene O´Neill.

Leonora y Marcos viven hace cinco años juntos. Ellos se atraen y se repelen, se buscan y se rechazan, se aman y se odian. Necesitan hacerse sufrir para amarse con más pasión. Lo que los une es algo mas poderoso que ellos mismos, algo penoso y terrible que les duele reconocer y confesarse. "Me amarás por siempre jamás" es un torturante estudio del amor, que resume el drama de la pareja.

 “Me amarás por siempre jamás" está dirigida por Dalia Elnecavé y protagonizada por Paula Morales y Sergio Griffo.
Desde el 1 de septiembre, todos los jueves a las 21hs., en el teatro El Método Kairós, El Salvador 4530, C.A.B.A., Argentina. Reservas: 4831 9663 - http://www.elmetodokairos.com.ar. Costo de entrada: $170 (descuentos a estudiantes y jubilados $150).





lunes, 22 de agosto de 2016

Crítica teatral: “Chicos malos”

“Chicos malos” podría compararse con esas salidas entre amigos o parejas, que tal vez la mala predisposición de uno, hace que todo vuele por el aire. Esa energía negativa que algunos necesitan expulsar y provocan el vomito de todas las miserias personales y esas ganas censuradas de decirle al otro lo que los significa. Esas cenas de amigos que terminan todos peleados y algunos no se ven más, o esas parejas que le ponen fin al amor por síntomas que se descomprimieron.

La idea era hacer un gran show, y cada uno de sus ocho integrantes, tiran por la borda toda expectativa cuando se creen más importantes que el conjunto. Y su líder, trabajo exquisito de Matías Iván Rodríguez, enferma a todos. “Chicos malos”, como nos anticipa su autor y director Gabriel Gavila en su programa, es teatro roto. También dice ser “Punk” aunque ese rasgo no se lo encontramos.

Sus ocho integrantes marcan una postura concreta frente a la vida y a la sexualidad. Algunos muestran sólo su homosexualidad, otros su indefinición, lo cierto es que la obra, bajo una patina gay, evoluciona o involuciona en su cometido. Como aquel teatro que podíamos ver de manera desinhibida solo como performance de boliches como Glam u Oxen  hacia fines de los 90, pero en un teatro tradicional como La Sodería y con sus anuncios en las revistas y diarios, como en pleno 2016. Claro, la Ley de Matrimonio Igualitario, la apertura mental de la clase dirigencial argentina y la caída de prejuicios del ciudadano común, lograron esta amplificación. Y está bien que así sea. Pluralidad, como la de Gavila, que de un teatro dramático, corre hacia el teatro cómico para hacer reír con su otra compañía, Improvisa2.

De su antecesora obra “Chicos lindos”, la presente mantiene la cualidad de sus chicos. Son lindos. Cuerpos trabajados, verborragia serial, fricción corporal y un guión que como el juego dominó, depende de un empujón para que se suceda el otro.

También hay una importante destreza cuando hacen coreografías de peleas. Una orgía implícita rompe la armonía y el machismo solapado, como también los estridentes tacos que saca a escena Emmanuel Martínez en un cuadro tan bizarro como explosivo. Desnudos intermitentes agudizan la escena. Gabriel Gavila, así, nos tira todo su mundo interior por la cabeza.

Lo bueno de su director es avisarnos. Ya en la información de prensa, advierte que es una obra prohibida para menores. Y quien esté indeciso de bucear por la cabeza de su autor por una hora, en el primer pantallazo, cuando uno se ubica en las butacas, ya puede saber qué va a ver, para irse o quedarse. Nadie se va, todos se quedan y hasta festejan. “Chicos malos” es festivo.

Con una escenografía nula – dividido en dos niveles, arriba del escenario y debajo, a la altura del público– que se embellece solo por miles de pétalos rojos en el piso, “Chicos malos” nos trae a ocho performers esculturales. Ellos son Axel Hahn, Javier Roldán, Gerónimo Campese, Juan Felipe Pelaez, Lucas De Stasio, Rodolfo García Werner y los mencionados Emmanuel Martínez y Matías Iván Rodríguez. Y para romper con tanta palabra y cuerpos made in Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, su director selecciona cual Dj, música disco, algo de Britney Spears, que también matiza con la canción cantada a capela de Cole Porter, “Anything Goes”.

En su idea artística y conceptual, Gavila nos tienta a refundarnos. A pensar en nuestros principios y en lo que pretendemos de la vida. puntos claros, reprimidos, volátiles; que aunque con caras y pasados ajenos, no son más que los comunes a todos.

Una obra fuerte, momentos chocantes, escenas que preferiríamos editar y otras resaltar. Pero que no hacen más que cumplir con su deseo de intranquilizarnos. Gavila con “Chicos malos” invita al fango. Para aguas tibias, hay otras obras y otros directores.



Todos los viernes a las 21.30hs., en el teatro La Sodería, Vidal 2549, C.A.B.A. – Argentina. Reservas: 4543-1728. Por mail: chicosmalosteatro@gmail.com. Costo de entrada: $150 (descuentos a estudiantes y jubilados).  Espectáculo no apto para menores de edad.

Por Axel Serrano




Vuelve al teatro el gran éxito infantil, Piñón Fijo con su show “A que sí”


¡Única función! domingo 18 de septiembre 14hs. En el Teatro Coliseo, entradas desde $180.

A que no vas a parar de reír, a que no vas a resistir la emoción, a que no te imaginas siendo niño junto a tu hijo, a que no vas a dejar de bailar! Porque “Piñón en familia” te espera en el teatro para compartir momentos de música, magia, juegos y sano humor.

Piñón Fijo, como hace 27 años, sigue dedicado a buscar esos momentos inolvidables en que la familia confluye en una misma sonrisa mágica.

Sol y Jere, los hijos de Piñón, se han convertido en los últimos años en los protagonistas vitales para este show. Cantan, bailan, tocan música en vivo y generan una corriente complicidad con los niños.

Juana La Loca busca reinventarse con el disco “Resplandece”

Conformada en 1988, la banda que se autoproclamó “el primer grupo sónico del país” anticipará este viernes en Niceto Club temas de su próximo disco de estudio, que será lanzado antes de fin de año.

Juana la Loca, el grupo que encabezó en la década del '90 el movimiento conocido como “sónico”, anticipará este sábado 20 temas de “Resplandece”, el próximo disco de estudio que será lanzado antes de fin de año, en Niceto Club, ubicado en el barrio porteño de Palermo.

“Vamos a estar presentando temas nuevos que nunca tocamos en vivo y después repasaremos algunos clásicos de la banda, como 'Sábado a la noche', 'Vida modelo' y 'Autoejecución'”, dijo el líder del grupo, Rodrigo Martín, en diálogo con Télam.

Con Martín, Guillermo Coda y Julián Oritas, en guitarras; Carlos “Tody” Tapia, en bajos; Niko Colonna, en teclados; y Mauro Ricchieri, en batería; la versión actual de Juana la Loca aprovechará además la inminente edición del nuevo disco para girar por el país, en donde ya hay fechas confirmadas en Neuquén, San Luis y Mendoza.

Conformada en 1988, la banda se autoproclamó “el primer grupo sónico del país”, en un contexto que posibilitó la aparición de formaciones como Peligrosos Gorriones, Los Brujos, Babasónicos y Martes Menta, entre otros, quienes se encargaron de darle un nuevo aire al rock argentino.

Tras la edición de su primer disco, con producción de Daniel Melero, la banda fue la encargada de abrir los shows de presentación del influyente trabajo “Dynamo”, de Soda Stereo, y fue convocada para telonear a Depeche Mode, en 1995, en el estadio Velez Sarsfield.

En 1997, el grupo tuvo su momento más importante cuando editó “Vida modelo”, registrado en California, con la participación del legendario tecladista Billy Preston, popular entre otras cosas por haber colaborado los Beatles en “Let it be”.

Tras un fallido intento de separación, en 1999, Martín decidió continuar con Juana la Loca con modificaciones en su formación, postura que mantiene hasta el día de hoy.

"Orquesta de señoritas": El humor tiene cara de mujer"

La esperada nueva versión de la obra adaptada y dirigida por Jorge Paccini, tiene su mayor virtud en un brillante elenco masculino para narrar las desavenencias entre las integrantes de un grupo musical de mujeres y se perfila como un gran éxito, en el teatro La Comedia.
Con actuaciones de Norberto Gonzalo (chelo), Edgardo Nieva (piano, el único varón), Jorge Paccini (flauta), Miguel Jordán, Carlos March y Ernesto Larrese (violines) y Osmar Nuñez (contrabajo), ubica su acción en algún salón parisino de posguerra en épocas en que esas agrupaciones melódicas estaban en boga.

Lo cierto es que en este caso las mujeres no son mujeres y apenas simulan tocar los instrumentos que tienen en sus manos, como al parecer sucedía en muchos casos, pero el encuentro del grupo da motivo a no pocas carcajadas.

Con una contrabajista y directora francamente prusiana a cargo de Núñez, que suele tener graciosas equivocaciones vocales, pero debe someterse sin embargo a un invisible patrón del antro, el grupo es un nido de cotorras donde se establecen dúos temáticos bien localizados.

Es así que una solterona con ínfulas y una madre gagá (Jordán) discute con una mujer apasionada y sin límites sobre la relación con los hombres (March) y la flautista (Paccini) escucha las inverosímiles confesiones de una esposa maltratada (Larrese), una cantante frustrada y ahora chelista (Gonzalo) lucha contra el alcoholismo de su amante pianista (Nieva), casado con una moribunda y también codiciado sexualmente por la directora.

El conjunto da para una diversión asegurada porque, aparte del texto, la condición varonil de los intérpretes hace lugar a ciertas licencias del teatro popular -como saludar a cada entrada y esperar el aplauso para alardear de sus caracterizaciones-, pero tiene el changüí de que por la autenticidad de las composiciones el espectador olvide que debajo del vestuario y los maquillajes haya los cuerpos que hay.

Si bien se habla de "neogrotesco" para caracterizar a la pieza, que tiene un vuelco dramático hacia el final -con características que cada uno podrá calificar-, "Orquesta de señoritas" es un producto absolutamente alejado de la producción de Jean Anouilh.

Pese a su fama, el dramaturgo salía de su casa familiar sólo para dirigir algunas de sus obras, que él mismo había calificado como "rosas", "burlescas", "brillantes", "negras" y "de distracción" y en una época tuvieron resonancia en escenarios locales, como la inicial "Pasajero sin equipaje", "La invitación al castillo", su adaptación de "Antígona" y "Beckett, el honor de Dios".

Lejos de la delicadeza de "La alondra" o el sublime patetismo de "Ardèle o la margarita", esta "Orquesta..." de 1962 se vuelca a conquistar a un público parisino más amplio, menos exigente, voluntad que el fecundo Anouilh sació con holgura, sin por eso olvidar otros compromisos en su producción posterior.

La particularidad argentina data de 1974, cuando el recordado director Jorge Petraglia ideó travestir a sus intérpretes varones y dotar a la obra de una ambigüedad que en aquellos años todavía tenía un perfil atrevido, que debió enfrentar no pocos prejuicios.

En aquel elenco estaban Hugo Caprera, Alberto Busaid, Santiago Doria, Alberto Fernández de Rosa, Esteban Peláez, Carlos Marchi y Zelmar Gueñol y el éxito fue tal que trascendió la escena porteña, se desparramó por provincias, se dio en veranos marplatenses y viajó por América y España hasta 1981, con el mismo equipo.

Entre otras, hubo una versión con modificaciones en 2001 dirigida por Manuel González Gil, donde ya estaban Paccini y Gonzalo, pero la actual se halla más cerca de la primera, incluida la canción original de María Elena Walsh y Chico Novarro.

Con una escenografía muy funcional de Patricio Gonzalo y Daniel Cinelli y un formidable vestuario de Paula Molina, que no sólo atiende a la época de la acción sino que resalta las características de cada personaje, tiene en Paccini un director atento y ejemplarmente modesto en la elección de su criatura, que pasa de lo secundario a momentos de abierta hilaridad.

El elenco de siete varones ofrece pasajes para que cada cual se luzca como mejor sabe hacerlo -incluso aquéllos que mayormente brillan en el drama-, pero hay quienes se lucen más que otros y sería injusto establecer aquí una escala: el espectador está en las mejores condiciones para descubrir esos destellos.

"Orquesta de señoritas" se ofrece en el teatro La Comedia, Rodríguez Peña 1062, lunes y martes a las 21.